Pon el Ceerre al lado de un Miquel
Esther Miquel y Xavi Ceerre
En esta exposición Esther Miquel y Xavi Ceerre presentan obras recientes en un ejercicio de contrapposto pictórico, mas allá de la amistad que les une y su pertenencia a una misma generación artística, los dos artistas comparten intereses y similitudes formales. El interés por la grafía y el simbolismo, el gesto del pintor que deviene casi legible como escritura (o esbozo fonético) es pese a ser singular, creadora de ecos en su encuentro.
En la obra de Xavi su pasado de artista urbano ha convertido su pincelada en una sombra de las letras que antes poblaban los muros, las sucesivas capas de pintura evocan una sobreimpresión de voces en el mismo plano. En Esther, su interés por la meditación y el espacio geológico crea signos semejantes a paréntesis, a espacios que evocan una escritura en devenir, un flujo silencioso, suspendiendo la significación.
Otro de los ejes que articulan ambos trabajos es el interés por la investigación matérica de lo que compone una pintura. La atención en la obra de Esther a la arquitectura (normalmente oculta) que conforma el cuadro como objeto tridimensional, revelando y usando el bastidor como elemento formal del cuadro, trabajo que culmina con una paleta de color austera que invita al espectador al recogimiento e introspección. Así como en la obra de Xavi, los gestos y pentimentos se aúnan y crean reflejos entre ellos. Usando colores brillantes y flúor, la firma del artista deja una huella como reclamo de un espacio que ya es parte de la memoria.
Este interés común por la atención a la superficie (y materialidad) de la pintura coincide, de manera casual, con una misma querencia a un formato específico. Un tamaño que sumerge al cuerpo del visitante, lo cual remite más a una relación cuasi corporal con la pintura, siendo el formato más pequeño más una ventana o vista.
Pon el Ceerre al lado de un Miquel es la puesta en común de un diálogo entre ambos artistas, dos voces únicas que surgen de un mundo compartido.
01 − 11.12.2022 Groc Projects
Texto Guille Caivano
Fotografía Roberto Ruiz